En nuestra Parroquia de San Pedro, tenemos el honor de tener una imagen de Santa Lucia, Patrona de los ciegos. Hoy día 13 por su festividad, ha tenido lugar una misa a las 12 de la mañana en nuestra parroquia. Aquí os dejamos una breve descripción de la Santa y su festividad.




Nacida en Siracusa, entonces ciudad de la provicia romana de Sicilia, de acuerdo con la tradición Lucía era de padres nobles y ricos, y fue educada en la fe cristiana. Perdió a su padre durante la niñez, consagró su vida a Dios e hizo un voto de virginidad. Su madre, que estaba enferma, la comprometió a casarse con un joven pagano y ella, para librarse de ese compromiso, la persuadió para que fuese a rezar a la tumba de Águeda de Catania a fin de curar sus heridas. Su madre se curó y Lucía le pidió que abandonara el compromiso, le dejara consagrar su vida a Dios y donara su fortuna a los más pobres. Su madre, de nombre Eutiquía, accedió. Pero su pretendiente la acusó ante el procónsul Pascacio debido a que era cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano.
Se le sometió a un juicio, durante el cual se intentó que abandonara la fe cristiana y adorara a los dioses paganos, pero Lucía no accedió, por lo que fue decapitada.
Es la patrona de la vista debido a un relato en la Edad Media que decía que, cuando Lucía estaba en el tribunal, ordenaron a los guardias que le sacaran los ojos, pero ella siguió viendo. También es patrona de los pobres, los ciegos, de los niños enfermos y de las ciudades de Siracusa,Venecia y de Pedro del Monte. También es patrona de los campesinos, electricistas, choferes, afiladores, cortadores, cristaleros y escritores.
Durante la Edad Media, debido al retraso acumulado por el Calendario Juliano, la festividad de Lucía coincidía con el solsticio de invierno y, por tanto, el día más corto del año. El nombre de la santa, que significa la que porta luz y la fecha en que se conmemoraba su martirio, explicarían el origen de ese relato posterior sobre sus ojos.




ORACIONES A SANTA LUCIA



ORACIÓN I

¡Oh bienaventurada y amable Santa Lucía!, universalmente reconocida por el pueblo cristiano como especial y poderosa abogada de la vista; llenos de confianza a ti acudimos pidiéndote la gracia de que la nuestra se mantenga sana y que el uso que hagamos de nuestros ojos sea siempre para bien de nuestra alma, sin que turben jamás nuestra mente objetos o espectáculos peligrosos, y que todo lo sagrado o religioso que ellos vean se convierta en saludable y valioso motivo de amar cada día más a nuestro Creador y Redentor Jesucristo, a quien, por tu intercesión, oh protectora nuestra, esperamos ver y amar eternamente en la patria Celestial. Amén

__________

ORACIÓN II

Oh Dios, nuestro Creador y Redentor, escucha nuestras plegarias con misericordia al venerar Tu sierva Santa Lucía, por la luz de la fe que derramaste sobre ella. Con Tu bondad, danos la capacidad de aumentar y preservar esa misma luz en nuestras almas, para que podamos evitar el mal, hacer el bien y aborrecer la ceguera y la obscuridad producto del mal y del pecado. Confiando en Tu bondad, Oh Dios, humildemente te pedimos, por la intercesión de Tu sierva Santa Lucía, que nos brindes perfecta visión a nuestros ojos, para que puedan servir a Tu honra y gloria, y por la salvación de nuestra alma en este mundo para gozar de la luz perenne del Cordero de Dios en el Paraíso. Santa Lucía, Virgen y mártir, escucha nuestras plegarias y atiende nuestras peticiones. Amén.

__________

ORACIÓN III

Santa Lucía, que de la luz recibiste tu nombre, a Ti confiadamente acudo para que me alcances la luz celestial que me preserve del pecado y de las tinieblas del error.
También te imploro me conserves la luz de mis ojos, con una abundante gracia para usar de ellos según la voluntad de Dios.
Haz, Santa Lucía, que, después de haberos venerado y haber agradecido este ruego, pueda finalmente gozar en el Cielo de la luz eterna de Dios.
Así sea.